Introducción

Siempre he querido tener un espacio en el que pueda publicar mis escritos para aquellos que los quieran leer, no sigo reglas y simplemente dejo a mi imaginación que escriba lo que quiera decir. Escribo de todo, de la vida, bitácoras de viajes, lo que me preocupa y mil cosas más. Bienvenidos a todos aquellos que quieran conocer mi mundo!

martes, 18 de marzo de 2014

ELLOS BUSCAN UNA BARBIE Y NOSOTRAS UN KEN

Mis historias podrían tener cualquier nombre de mujer, podrían desarrollarse en  cualquier lugar del mundo… hasta de pronto cualquier mujer soñadora se puede ver reflejada en mis escritos sin importar la edad. Me he dado cuenta que la gran mayoría de nosotras nos parecemos en nuestras experiencias si somos solteras, y no solo eso sino que veo que mis historias y las de mis amigas podrían ser las mismas. Solo cambian los protagonistas, como un modelo de melodrama que nosotras mismas nos empeñamos en repetir. Al final las historias se repiten una tras otra… Y el corazón ya no aguanta más lágrimas, pero sin embargo no se quiere rendir de encontrar a ese hombre perfecto con el que algún día soñó. Cuando era niña me encargué de encarnar a ese hombre en la figura del Ken. Claro… Era perfecto, no hablaba y hacía todo lo que dijera la Barbie. Y eso no existe, los hombres no nos dicen “lo que tu quieras mi amor”, en cambio nosotras por lo menos lo intentamos.  

Hablo con mis amigas… y nuestras historias se entrelazan unas con otras. Todas al fin y al cabo tenemos los mismos problemas; no encontramos a la persona con quien compartir y vivir las historias de nuestros abuelos, que vimos envejecer y algunas los vimos hasta morir juntos. No encontramos con quien vivir nuestros sueños… Ya hasta prefiero no pensar en los sueños compartidos. Los sueños individuales dependen de uno mismo, pero los sueños compartidos son tan difíciles de cumplir, que a veces pienso que es mejor seguir sola para no frustrar más el corazón. Entonces todas tomamos la vía más rápida, desparecer. Irnos de viaje, buscar trabajo en otro país… pensamos que si desaparecemos huimos de nuestra realidad, de nuestra soledad. Pero llegamos a otro país, y aparece otro sapo, nos volvemos a enamorar, y al final volvemos a quedar igual que al inicio… Solas y con ganas de huir de nuevo. Estoy de acuerdo con una amiga mía que dice;  “(…) si después de todas las terapias a las que he ido, no me he curado… ya parece que no me voy a curar. Mas bien deberíamos enviar a los hombres a que vayan a terapias a ver si maduran”. Y tiene razón… Aunque viéndolo bien, el problema si somos nosotras que buscamos en los pantanos lo que deberíamos buscar en los castillos. ¿Pero donde están los pinches castillos que no los veo? La verdad me estoy cansando de soñar en pareja…
Podríamos mirar cuales son las diferencias entre lo que buscan los hombres y lo que buscamos las mujeres, a ver cual es el punto de desencuentro entre los dos: Nosotras buscamos estabilidad, los hombres no quieren sacrificar su vida de solteros… Aunque eso es una mentira que ellos se inventaron para decirnos a nosotras cuando no llenamos sus expectativas. Después salen con la otra y el discurso cambia mágicamente. De pronto un día, después de varios meses de haber terminado nuestra relación, nos los encontramos en el centro comercial. El que no quería casarse, anda de la mano con una niña 10 años menor que nosotras y un gran diamante en la mano de ella. Sentimos un baldado de agua fría que nos recorre desde la cabeza hasta lo pies, tragamos saliva, nos vemos en sudadera, sin peinar; en cambio la nueva acompañante de nuestro ex amado, perfectamente bien arreglada, y con estilo tipo Barbie. Él en cambio más gordo de cuando había estado con nosotras, calvo,  y en sudadera. Entonces nos saludan y nos presentan:  “Hola Margara como estas… mira te presento a mi prometida”. Ahí dice uno AUCH… duele hasta el fondo. Vaya… entonces solo decimos: “(…) hola mucho gusto, bueno te dejo que voy de afán”. Mientras hacemos maromas para no llorar. Salimos casi corriendo al baño, para derramar la tonelada de lágrimas que albergamos en nuestros ojos y al fin desahogar la gran frustración que nos queda por dentro. ¿No que no se querías casa? Perro, maldito. Pero queda claro, no era que no se quisieran casar, el problema era que nosotras no llenábamos sus expectativas de vida. Menos aun,  no cumplíamos todos los cheks, para que el decidiera compartir su vida a nuestro lado.  Con los años las mujeres nos volvemos intolerantes, libres, y a veces eso no es tan atractivo para los hombres. Y nosotras no soportamos que nos digan que debemos hacer. Pero así somos, y por eso hemos luchado muuuchos años. Entonces ¿que nos piden de más? ¿Cuáles son los cheks que debemos llenar? ¿Será que nos debemos ver más jóvenes? ¿volver a ser las niñas sumisas que ellos puedan moldear a su antojo? ¿No tener pasado? Wow… No lo sé… pero somos muchas las que ya parece que nos acompañaremos entre nosotras, porque lo que son los hombres que hemos amado siempre parece que buscarán a otra mujer. Así alguna vez nos hayan dicho que nos amaban, nunca somos las indicadas para ellos. Y lo peor es que cuando nos terminan, parece que todos hubieran aprendido el mismo discurso en el mismo colegio o algo así: “No eres tu, soy yo, eres una gran mujer, espero y encuentres al hombre que te merezca, pero yo no soy para ti…” y bla bla bla.  Creo que la gran mayoría de nosotras hemos vivido esta situación, y siempre los encontramos después y nos cambiaron por una 10 años más joven… nunca por una 10 años mayor… ¿O si? A la que le haya pasado por favor cuénteme y hacemos un nuevo blog con su historia. Pero no nos digamos mentiras, la gran mayoría de las veces nos cambian por una 10 años más joven, con menos estrías, sin várices, y sin celulitis. De verdad… ¿eso es tan importante para ellos?. Entonces estamos muy mal, ellos buscan una Barbie, y nosotros un ken. Creo que nunca nos vamos a encontrar.