Introducción

Siempre he querido tener un espacio en el que pueda publicar mis escritos para aquellos que los quieran leer, no sigo reglas y simplemente dejo a mi imaginación que escriba lo que quiera decir. Escribo de todo, de la vida, bitácoras de viajes, lo que me preocupa y mil cosas más. Bienvenidos a todos aquellos que quieran conocer mi mundo!

jueves, 9 de abril de 2015

EN UN DÍA DE MUCHO VIENTO, APARECIÓ ESTE ESCRITO EN MI CABEZA.

Durante las largas esperas (antes de una cita con algún cliente, o médica, o un trancón en un taxi) suelo tener un libro en la mano o un cuaderno para hacer de las esperas solo momentos fugaces en los que puedo hacer algo útil. Ahora gracias a la tecnología es más fácil teniendo mi iphone , eso hace que las esperas no sean un tedio y termine hasta disfrutándolas. Hace un tiempo durante la espera para una reunión con un cliente, mis dedos comenzaron a escribir lo que mi corazón les dictaba… Salió un pequeño escrito en versos… sin rima, sin métrica, sin formalismos, pero lleno de sentimiento. Por esto lo quiero compartir.

Como un roble trato de estar,
Con los pies en el suelo
y tratando de enterrarlos en el pavimento para no caer.
El viento de la adversidad
sopla con fuerza tratando de derrumbar
lo que trata de permanecer en pie.
Por mas fuerza que tengan mis piernas,
por mas que luche y entierre los dedos de los pies
entre las hendiduras de los andenes,
no logro evitar que mis piernas tiemblen,
que mis lágrimas broten y vuelen con el viento.
Mi corazón se quiebra en mil pedazos,
mis lagrimas brotan y vuelan sin que las pueda detener
como las hojas de los árboles caídas.
Vuelan Reflejando la angustia que genera la fuerza
inhumana que ejerzo en mis piernas para no dejarme caer.
¿Hasta cuando me podré mantener en pie?
¿Hasta cuando si mi mayor fuerza eran mis sueños y siento que los perdí?
Mi fuerza la ejerzo en mis piernas movida por la curiosidad de pensar
Que es lo que puede pasar en la próxima escena de esta novela sin final.


Esto lo escribí un día donde había tanto viento que parecía que en cualquier momento podía salir volando. Ninguna hoja quedaba colgada en los árboles y el frío era aterrador. Un día triste que se puede aplicar a cualquier día cuando la desesperación y el no saber que hacer nos sega, nos roba los sueños, la perspectiva, el aliento y la vida se nos ahoga entre las lágrimas. Sin embargo, como cualquier tormenta, el viento se calmo y salió el sol y descubrimos en medio de la tristeza que una luz aparece y una nueva luz nos abre un nuevo camino. Entonces lo debemos tomar, porque vivir en la tristeza y haciendo fuerza para aferrarnos al pavimento no es divertido y pierde la magia.