Introducción

Siempre he querido tener un espacio en el que pueda publicar mis escritos para aquellos que los quieran leer, no sigo reglas y simplemente dejo a mi imaginación que escriba lo que quiera decir. Escribo de todo, de la vida, bitácoras de viajes, lo que me preocupa y mil cosas más. Bienvenidos a todos aquellos que quieran conocer mi mundo!

domingo, 5 de julio de 2015

¿QUIEN SERÁ EL CREADOR DE MI PROPIA HISTORIA?

Había una vez una niña a la que le gustaba cantar, bailar y crear historias de fantasía que solía escribir en un pequeño cuaderno de corazones al que llamaba su “Diario”. Tenía grandes sueños y todo el tiempo estaba fantaseando a cerca de cómo sería su vida cuando fuera grande. Además tenía la peculiaridad de acordarse siempre de lo que soñaba, entonces muchas de sus historias eran un mix entre lo que soñaba y lo que fantaseaba. Esa niña era yo… Cuento esto pues quiero contar que una noche tuve un sueño del cual hice toda una historia y traté de sacar de él hasta una novela. Soñé que vivía en el tiempo de la conquista española… Yo era como una Cenicienta y de un momento a otro me convertí en la ama y señora de la casa. Cuando desperté quise hacer mi propia historia. En aquel momento no teníamos computador en mi casa, por lo que desempolvé la maquina de escribir y practiqué mis clases de mecanografía en las cuales nunca me había ido bien. Empecé a escribir la novela que había creado en mi cabeza, pero me encontré con bastantes impedimentos al tratar de pasarla al papel. En ese tiempo vivía un primo en mi casa… fue al primero en saber que quería ser escritora y que iba a escribir mi primera novela. Como era de esperarse para escribir media página me demoraba todo un día, pues siempre me equivocaba y tenía que volver a empezar (me alegra mucho que hoy exista el computador). Mientras escribía en la maquina, me preguntaba como hacían los grandes escritores para sacar libros de 1000 hojas si yo ni siquiera podía sacar media página en un día. Entonces un día llegó mi primo, se sentó conmigo a leer “mi novela”, de la cual llevaba mil días escribiendo y solo tenía dos páginas llenas errores, al final mi primo por molestarme me dijo que la verdad pensara en otra profesión porque al paso que iba, me iba a demorar escribiendo una novela toda la vida. Tenía razón y rompí las dos páginas que tenía escritas llena de frustración. Para mi fortuna llegó el computador a mi casa con mi gran amigo “Word”… TATATAN!!!! Ahora si podría escribir pues no tenía que repetir mil veces la misma página,  y podía escribir las historias en el orden que yo quisiera para después de escrito corregirlo a mi antojo. Entonces pude retomar mi sueño de escribir, aunque nunca dejé de escribir en mi diario. Me di cuenta que era muy buena contando historias y creando personajes. Cuando empezaba a escribir, la mayoría de las veces no terminaba las historias pues me quedaba jugando con los personajes y me salían tres historias más. Cada personaje lo creaba con su personalidad, lo ponía a interactuar en mi cabeza entre si con otros personajes y disfrutaba creando la historia de cada uno para hacerlos reales. Yo era la ama y señora de mis historias y decía que le pasaba a cada uno de los personajes: si se enamoraban, si se enfermaban, si les pasaban cosas tristes o felices… siempre era yo la encargada de hacer de ellos mil historias y crear mil dramas a su alrededor. Entonces me pregunté quien era el escritor de mi propia vida, me pregunté de quien era producto mi historia… me llegó la sensación de pensar que yo era un instrumento de alguien que escribía mi historia y que cada uno de mis días era una página de un guión o de una novela. Siento que soy el instrumento de un escritor y que mis acciones están condicionadas por las acciones de los otros personajes que actúan conmigo. En mi historia hay antagonistas, héroes, príncipes azules que se convierten en sapos, brujas, tragedia, enfermedad, momentos cómicos y todos los ingredientes perfectos para hacer una gran drama-comedia.
Como pasa en la Serie de televisión  “Once Upon a Time”, con cuyo título empiezan todos los cuentos de Hadas: “Había Una vez”. En esta serie los personajes de los cuento de los Hermanos Grimm y de Walt Disney se unen para hacer una sola historia. Una historia donde la Bella y la Bestia existen; donde Hook se vuelve bueno y a diferencia del cuento que todos conocemos fue víctima de Peter Pan en el mundo del Nunca Jamás y además es el príncipe azul de la hija de Blanca Nieves. Una serie donde todos los personajes interactúan entre sí en un pueblo perdido llamado Storybrooke. En este pueblo la magia hace parte del diario vivir de los personajes, los malos se vuelven buenos y los buenos pueden ser lo villanos de la historia, pero eso sí los que alguna vez fueron villanos no tienen derecho a un final feliz por más buenos que se hayan vuelto. Pero en esta serie es en la única serie que como yo los personajes se cuestionan de quien es el autor de sus historias. Uno de los protagonistas Henry, el hijo de la hija de Blanca Nieves, que había sido adoptado por la bruja malvada del cuento se compromete a buscar al escritor de todos los cuentos para poder crear un final feliz para su mamá adoptiva la bruja malvada de Blanca Nieves que por amor a él se volvió buena. Pero a pesar de su arrepentimiento está condenada a no tener un final feliz. Ellos encuentras al escritor de sus cuentos, en cambio yo me sigo preguntando, quien puede ser el escritor de mi libro o de mi historia, con quien puedo hablar para conseguir mi final feliz y por lo menos entender un poco más la cadena de sucesos que me rodean.


Según mi Fe el escritor de mi historia tendría que ser Dios… entonces ¿El Dios de mis personajes seré yo? ¿Como el Dios de los personajes de Storybroke, es el escritor de los cuentos?.